Los cactus están de moda. Estas plantas se han convertido en la última tendencia decorativa, porque son fáciles de cuidar, tienen una estética muy armónica y combinan con todos los estilos de decoración.
Los cactus o cactáceas son especies originarias de las zonas desérticas. Se caracterizan porque sus en hojas pueden mantener una reserva de agua, la cual defienden de los insectos a través de unas púas que hay en su estructura. Aun así, son hermosas.
Si quieres sumarte a esta tendencia y decidiste tener tus propias suculentas, en este post sabrás cómo se cuida un cactus en casa. Verás que tan solo aplicándole ciertos cuidados, eso será suficiente para que duren muchos años y queden perfectas en cualquier espacio del interior o exterior de tu casa.
Sí, los cactus son resistentes, pero no son inmortales. Ellos necesitan de algunos cuidados específicos para conservar su salud. A continuación, te contamos cuándo regar los cactus, el tipo de sustrato que requieren, sí necesitan o no de macetas o recipientes, e inclusive tendrás el listado de los cactus más recomendados para adornar tu casa.
La frecuencia del riego del cactus va a depender de la estación del año. Así, cuando sea la primavera es conveniente regarlo una vez a la semana o cada 10 días.
Pero si es el verano y el calor aprieta con fuerza, deberás regar la planta por lo menos 2 veces a la semana.
Para la época otoñal, se aplica el mismo protocolo que en la primavera. Es decir, con que la riegues una vez a la semana es suficiente. De esta forma, la vas adaptando para el invierno: temporada en la cual el cactus no necesita casi riego.
De hecho, en el invierno el cactus entra en una especie de “hibernación”, en donde deberá estar a una temperatura que oscile entre los 8° C a los 20° C. Esto le ayuda a recuperar las reservas de líquido que conserva en sus robustas hojas.
Toma en cuenta que el cactus morirá si la temperatura del ambiente baja de los 7° C.
Los cactus sobreviven mejor en macetas. Al momento de elegirlas, lo más importante es verificar que tengan un buen drenaje.
Comprueba que la maceta o recipiente tenga algún agujero en su base por el cual se pueda drenar el exceso de agua.
El tamaño de la maceta también incide en el crecimiento de la planta. Lo más recomendable es que tenga una dimensión dos veces mayor que la del cactus.
Con respecto a su estructura, la maceta puede ser de arcilla o plástico. Aunque hay productos de otros materiales como el metal y la fibra de vidrio; también el plástico y la arcilla funcionan muy bien para mantener frescas las raíces de la suculenta.
El sustrato será el hábitat del cactus. Por ello, es un elemento esencial para que el cuidado de la planta sea el mejor. Es decir, es la clave para su sano crecimiento.
El sustrato más adecuado sería una mezcla entre tierra de jardín, arena porosa, turba y unas cuantas hojas secas. Si lo deseas, le puedes agregar un poco de carbón vegetal que sirve para prevenir la aparición de hongos en las suculentas o en las crasas.
Al momento de llenar la maceta con el sustrato preparado, asegúrate de que el mismo quede aireado y no tan compacto. Esto permite que drene bien cada vez que lo riegues.
La iluminación que tendrá la planta es otro factor vital para el cuidado de los cactus en casa. Ellas necesitan de un espacio en donde haya mucha luz natural.
Si las vas a tener en el interior, es mejor colocar el cactus cerca de una ventana por donde le pueda entrar la luz solar diariamente.
Trata de tener el cactus bajo un techo o pérgola si lo vas a colocar en el exterior. Pues, aunque son plantas de sol, no les va muy bien en la época de lluvia, porque el exceso de agua hará que se tornen amarillentas, y al final mueran por recibir tanta humedad en su sustrato.
Los cactus, como toda planta viva, necesitan de algunos fertilizantes para que se mantengan sanas y relucientes. Lo ideal es que le apliques una mezcla de nitrógeno, fósforo y potasio. La cantidad de este compuesto varía de acuerdo al tamaño del cactus.
Por lo general, la frecuencia de fertilización oscila entre cada dos semanas, sobre todo en la temporada primaveral. Aunque si tienes dudas, es bueno que consultes con algún experto o tienda especializada, para que te dé las alternativas correctas con respecto a la variedad de cactus que tengas en casa.
Hay algunas razones por las cuales se deben trasplantar los cactus que están en las casas:
El proceso de trasplante es sencillo. No obstante, existen ciertos consejos o recomendaciones que sirven para no comprometer la salud del cactus.
Lo primero es tratar de hacer el proceso durante la primavera, sobre todo cuando la planta tenga sus primeros brotes.
Para ello, debes utilizar guantes y herramientas desinfectadas. Así evitas la proliferación de hongos que dañen a la planta.
Al momento de mover el cactus de un sitio a otro, ten la precaución de contar con un sustrato rico en nutrientes y con una maceta que sea de buen tamaño para su óptimo crecimiento.
Asimismo, evita regar la planta hasta que hayan transcurrido al menos 5 a 6 días después del trasplante. Esto le ayuda a que se recupere o cicatrice cualquier herida que haya quedo en su estructura.
Los cactus forman parte de la familia de las suculentas, y se caracterizan porque poseen espinas en su estructura para defender sus reservas de agua de insectos y depredadores. Algunas especies son más recomendadas para las casas, ya que son muy fáciles de cuidar y sus espinas son menos agresivas. Por ejemplo: